Los derechistas austríacos protestan contra un centro de acogida para refugiados

Unos 500 seguidores del derechista Partido Liberal de Austria (FPÖ) se manifestaron en Viena contra un gran centro de acogida para refugiados de Oriente Medio.1

Al mismo tiempo, otro medio millar de personas se manifestó en contra de la protesta derechista, siempre bajo la vigilancia de unos 300 policías, informó la agencia de noticias APA.

Las dos protestas transcurrieron sin incidentes, aunque al final de las marchas la policía detuvo a tres manifestantes derechistas por agredir a unos agentes y no acatar órdenes de las fuerzas de seguridad.

El centro de acogida de Floridsdorf, un barrio obrero de la capital austríaca, tiene lugar para 600 personas, aunque en estos momentos solo viven allí unas 290.

El FPÖ lidera las encuestas de opinión en Austria con un 32 % de la intención de voto, muy por delante de los dos partidos gobernantes, el socialdemócrata SPÖ y el democristiano ÖVP, ambos con un 22 %.

El líder del FPÖ, Heinz Christian Strache, declaró durante la manifestación de hoy que Austria «no necesita una cultura de la bienvenida (de refugiados), sino una cultura del retorno (de inmigrantes)».

Asimismo, instó a sus seguidores a votar en las elecciones presidenciales este domingo por el candidato del FPÖ, Nobert Hofer, para «asegurar que los austríacos vuelvan a tener un patrón que los proteja».

Austria fue el año pasado uno de los países europeos que más refugiados de las guerras de Oriente Medio acogió, con unas 90.000 personas.

Tras el cierre sucesivo de las fronteras a lo largo de la llamada «ruta de Balcanes», impulsado por Austria, el flujo migratorio se ha reducido notablemente en las últimas semanas.

Pero desde hace varios días las autoridades austríacas vienen advirtiendo de que un creciente número de refugiados e inmigrantes vuelve a llegar al país con la ayuda de traficantes de personas.

Además, con la llegada de refugiados e inmigrantes a través del Mediterráneo a Italia, Austria está preparando controles fronterizos con ese país en el paso alpino del Brennero, algo muy criticado por el Gobierno transalpino.

Confidencial