La justicia acorrala a Vicente, el neonazi exlíder de los ultras del Valencia que agredió a catalanistas.

El Español/Juan Nieto.- Referente ideológico entre los ultras del Valencia CF, irá a juicio junto a 27 personas tras el verano de 2023 por agredir a asistentes a una marcha nacionalista.

El proceso judicial que ha investigado las agresiones nazis del 9 de octubre de 2017 en Valencia encara su recta final y el juicio contra los 28 ultraderechistas acusados se celebrará en 2023, seis años después de los hechos.

El juzgado ha enviado la causa a la Audiencia de Valencia para fijar el calendario, la sección que dirigirá las sesiones y el nombre de los magistrados que conformarán el tribunal, según apuntaron a EL ESPAÑOL fuentes del Tribunal Superior de Valencia. Las partes ya han acordado que la vista arranque tras el verano de 2023, precisaron fuentes judiciales.

La investigación ha revisado más de 1.000 imágenes y ha permitido llevar a juicio a violentos neonazis valencianos con numerosos antecedentes penales que durante años han operado con total impunidad. El ministerio público les atribuye, en diferentes grados, delitos de odio, desórdenes públicos, coacciones, amenazas leves, lesiones y maltrato de obra y reclama además multas y responsabilidad civil.

Las numerosas pruebas gráficas han confirmado su participación en las agresiones contra activistas y periodistas registradas la tarde del 9 de octubre de 2017, día de la Comunidad Valenciana, durante una marcha nacionalista en defensa del valenciano. En total, hasta 11 personas resultaron heridas de diversa consideración y la Fiscalía pide penas que van entre los 3 y 7 años de prisión.

Entre los acusados figura Vicente Estruch (Gandía, 1974), conocido como El Alfarrasí porque procede de este pueblo valenciano, situado a unos 80 kilómetros de la capital. Se trata de un peligroso ultraderechista anticatalanista que durante años dirigió Yomus, el extinto grupo ultra del Valencia CF, y es capaz de mover a sus seguidores con un solo grito.

El Alfarrasí regentó durante años un gimnasio en Benigànim (Valencia) y captó a numerosos jóvenes en las gradas de Mestalla. Es un tipo «noble dentro de su escala de valores», reiteran a esta redacción desde su entorno, y poco a poco se hizo con el control del grupo hasta apartar a los más moderados.

El Valencia CF sacó de las gradas de Mestalla a estos violentos de extrema derecha en 2019. Durante años, amenazaron y agredieron a aficionados de ideología distinta. Las agresiones por las que han sido procesados supusieron un punto de inflexión para el club.

«¿Cuento con vosotros?»

El punto de partida de las agresiones que serán juzgadas fue un llamamiento a concentrarse el 9 de octubre contra grupos catalanistas a través de redes sociales: «Quiero vivir un momento histórico, el primer año sin estelada por Valencia el 9-O. ¿Cuento con vosotros? Pza. San Agustín 9-X-17″, recogía el texto

El 1 de octubre se había celebrado el referéndum de independencia de Cataluña y a este llamamiento respondieron un numeroso grupo de personas que se concentraron por la mañana junto al campo de fútbol de Mestalla tras una pancarta de Yomus CN10.

Los seguidores de Alfarrasí se dirigieron al centro de la ciudad con el propósito de obstaculizar el desarrollo de la manifestación convocada y enfrentarse a quienes asistieran por razón de su ideología.

Aquella tarde del 9 de octubre, Alfarrasí accedió a la plaza de San Agustín de Valencia, lugar de inicio de la manifestación, junto a otras personas entonando cánticos, gritos y realizando un saludo que consistía en mantener el brazo en alto, propio de movimientos fascistas y neonazis.

La actuación de estas personas, que increpaban a los manifestantes y se abalanzaban hacia donde se encontraban, hicieron que finalmente el cordón cediera, según concluyó la fiscal Susana Gisbert. Esto dio lugar a «una estampida» que hacía de todo punto imposible el normal transcurso de la manifestación convocada.

Minutos más tarde, continuaron las agresiones y los puñetazos a participantes en la manifestación. Por ejemplo, varios acusados siguieron a dos manifestantes y le dieron una fuerte patada a uno de ellos a modo de zancadilla, lo que le hizo caer al suelo y arrastró en su caída al compañero.

Una vez allí, fueron agredidas con el mástil de una bandera cuatribarrada. Otro manifestante intervino para defender a las víctimas y un gran número de acusados se abalanzaron sobre él y lo acorralaron.

Además, diversos acusados se abalanzaron sobre un redactor gráfico que estaba fotografiando los acontecimientos para arrebatarle la cámara. Le arrojaron al suelo y le impidieron que se levantara al lanzar sobre él una mesa y un cartel de un bar de la misma calle donde se encontraba. Los daños del material se han valorado en más de 3.000 euros.

Referente ideológico

Vicente Estruch era un joven sin inquietudes políticas que se fue radicalizando con el paso de los años. El Alfarrasí llenó su cuerpo de tatuajes y ha difundido en sus redes sociales la esvástica y el rostro Adolf Hitler que lleva marcado en su muslo derecho. Ahora mantiene un perfil bajo y un aspecto menos violento mientras espera a que se celebre el juicio, pero sigue siendo un referente ideológico.

Tatuaje de Hitler en el muslo de Vicente.

Tatuaje de Hitler en el muslo de Vicente.

Este ultra cuenta con antecedentes. En 2007, evitó su ingreso en prisión tras una condena por tráfico de drogas tras alcanzar una conformidad con la Fiscalía y someterse voluntariamente a un tratamiento para dejar de consumir sustancias estupefacientes.

La Guardia Civil le implicó en una red de narcotráfico tras intervenir el teléfono de otro acusado. Los agentes descubrieron que vendía cocaína a terceros en las inmediaciones de Mestalla cuando se celebraban partidos.

Mientras tenía la pena suspendida, volvió a delinquir y fue condenado a seis meses de prisión por agredir a un vecino, pero sorprendentemente evitó de nuevo la cárcel. 

Desde un principio, El Alfarrasí fue destacado en el atestado policial entre todos los identificados por las agresiones del 9 de octubre. Los agentes pusieron de relieve «la gran cantidad de tatuajes y simbología claramente de corte radical neonazi que posee, así como la cantidad de detenciones efectuadas por hechos similares». 

El juzgado se interesó por los tatuajes de Alfarrasí y parte del grupo anticatalanista implicado en las agresiones para constatar su pertenencia a la ideología fascista.

Los acusados incluso llegaron a celebrar las agresiones. Varios días más tarde, el 12 de octubre siguiente, tras haberse emitido imágenes sobre lo acontecido en varias cadenas de televisión.

Uno de ellos publicó en su cuenta de Facebook el siguiente texto: «El 9 de Octubre de 1238 el Rey Jaume I conquistó Valencia y echó a los moros» y «El 9 de Octubre de 2017 el pueblo valenciano reconquistó Valencia y echó a los catalanistas».