Un informe critica el racismo institucional en el sistema judicial del Reino Unido.

AFP. El sistema judicial británico entraña racismo institucional, que se refleja tanto en las decisiones adoptadas como en la ausencia de diversidad en el seno de las profesiones de justicia, según un informe.

«Mientras que el sistema judicial tiene un enorme poder sobre las personas, su funcionamiento está ampliamente infravalorado, y los sesgos racistas siguen siendo muy poco estudiados», lamenta este informe, realizado por la Universidad de Mánchester y publicado el martes por la noche.

El documento se basa en una encuesta realizada entre 373 profesionales de la justicia, según la cual más de la mitad (56%) de los encuestados declararon haber sido testigos de un juez que actuaba con prejuicios racistas contra un acusado.

El 52% afirma haber constatado al menos una vez tal discriminación en las decisiones tomadas por un juez.

Las personas negras –especialmente las más jóvenes– o asiáticas son especialmente víctimas de estos prejuicios.

Los autores del informe lamentan también que los jueces estén insuficientemente sensibilizados y formados sobre estos temas, ya que solamente 49% de los encuestados, entre los que son jueces, afirman haber recibido una formación de este tipo.

«Tradicionalmente, los jueces son vistos –y a menudo se ven a sí mismos– como árbitros neutrales, pero esto está muy lejos de ser el caso en la realidad», estima el profesor Eithne Quinn, que coordinó el informe, citado en un comunicado.

El informe señala que la estrategia para la inclusión y la diversidad en el sistema judicial actual no hace ninguna referencia a estos sesgos racistas, una verdadera «negación» de la realidad.

Además de este racismo contra los ciudadanos ante la justicia, el informe señala que la profesión de juez carece de diversidad.

Según las estadísticas oficiales, las posibilidades de que un candidato asiático o negro sea nombrado son, respectivamente, 37% y 75% inferiores a las de un candidato blanco.

Si los datos se cruzan con el género, las candidatas de minorías étnicas tienen aún menos posibilidades de ser nombradas.