El árbitro suspende el Utebo-Ranillas juvenil por insultos racistas: «Puto chino, a ver cuándo abres el bazar».

Heraldo de Aragón.- El Atlético Ranillas pide una “sanción ejemplarizante” para el club local; el Utebo CF se disculpa y dice que pondrá seguridad en el campo para evitar que se repita.

La lacra del racismo sigue enquistada en los campos de fútbol. Y como muestra, el partido disputado este domingo entre los juveniles del Utebo CF y del Atlético Ranillas. Los jugadores visitantes, de apenas 16 años y de ocho nacionalidades diferentes, tuvieron que sufrir insultos racistas durante buena parte del choque por parte de un grupo de chavales ubicados en la grada local. La situación llegó a tal punto que el árbitro suspendió el partido en el minuto 69 cuando el resultado era de 4-1 para los utebanos.

El Ranillas ha emitido una enérgica condena a estos hechos. El club zaragozano ha pedido a la Federación Aragonesa de Fútbol una “sanción ejemplarizante” contra el Utebo y contra los jugadores de este club que veían el partido desde la grada y que, presuntamente, profirieron los insultos. El Utebo CF, por su parte, dice que va a tratar de localizarlos y que los expulsará en caso de que sean jugadores del club; además, ha mandado una nota de disculpa al rival y ha anunciado que pondrá medidas de seguridad en el campo para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido.

Aunque las interpretaciones son diversas, el acta arbitral es clara: “En el minuto 47 escucho insultos racistas hacia un jugador visitante: ‘Puto chino, a ver cuándo abres el bazar’ por parte de aficionados identificados con ropa del club local”, escribe el colegiado del encuentro.

Ante estos hechos, avisa al delegado del club para que avise a los aficionados. Este, a su vez, se lo comunica al presidente, Alfonso Orcajo. “Me acerqué a ellos y les dije que animaran, pero con respeto”, señala. La zona de la que salieron los insultos estaba nutrida de un grupo de “críos de 14 a 16 años” entre los que había jugadores del Utebo, aunque el presidente defiende que los insultos “no está claro si los dijeron ellos o amigos que iban con ellos”, a pesar de que la redacción del acta no deja lugar a las dudas.

Pocos minutos después, el árbitro decidió suspender el partido “debido a que los insultos no cesan en esa zona de la grada, con indumentaria del club local, llegando a hacer ‘sonidos de mono’ ‘oh oh oh oh’”. Este punto es rebatido por el Utebo, cuyo presidente defiende que ese sonido se hizo como grito de admiración “ante un recorte” que hizo uno de sus jugadores a un rival. “Es un sonido que hacen los críos ahora”, señala. Jorge Pérez, coordinador del Ranillas, defiende en cambio la versión arbitral y denuncia que se “se escuchó el sonido simiesco que se puso tan de moda lamentablemente hace unos años”.

En cualquier caso, los insultos racistas existieron, y el Ranillas ha enviado una denuncia a la Federación Aragonesa de Fútbol en la que expresa su “rechazo absoluto” a lo ocurrido y en la que señalan que se está ante “una oportunidad única de sentar un precedente importante (…) para decir que estos hechos no pueden volver a repetirse bajo ningún concepto ante actitudes más propias de la Edad Media que del año 2022”. Además de la sanción “ejemplarizante”, el Atlético Ranillas también pide que el partido no se reanude. En caso de que lo haga, anuncian que no acudirán como medida de protesta.

Pérez señala que el equipo es un grupo “multicultural” que conforman “un grupo humano del que estamos muy orgullosos”. Lamenta que estos hechos “no son algo puntual”, sino que tienen que han sufrido episodios racistas similares en otros lugares.

El entrenador del equipo, Sebastián Valdivieso, señala que los jugadores de su equipo este lunes «están más tranquilos». Han entrenado por la mañana y se han mostrado «molestos» con lo ocurrido. «Esperan que la federación no les haga volver a retomar el partido, no quieren volver al campo de Utebo a jugar«, señala. Valdivieso dice que en alguna ocasión  «había oído comentarios parecidos», pero que nunca sucedió «de forma tan insistente y repetitiva».

El Utebo, por su parte, mandó una nota al Ranillas con las “disculpas” por estos hechos y en la que aclara que el club está “completamente en contra de los insultos racistas que se hagan en nuestro campo y en otros de cualquier parte del planeta”. “Desde ya mismo vamos a tomar medidas de seguridad para que esto no vuelva a suceder jamás, siendo expulsados del campo o del club si fuera menestar, pero también deberán sumarse los demás equipos porque nosotros también somos víctimas de estos actos en otros campos”, señalan en esa nota.

El presidente del club, Alfonso Orcajo, asegura que “a nosotros nos ha pasado en otros campos y el árbitro da una palmada al chaval correspondiente. Tenemos que estar juntos para la causa”, señala.