Eurodiputados acucian a los Veintisiete a penalizar el discurso de odio en la UE antes de junio

Bruselas (EuroEFE).- La comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo acució este lunes a los Estados miembros de la Unión Europea a que incluyan el discurso de odio como delito a nivel de la UE antes de que termine en junio próximo la actual legislatura.

Elaborado por la eurodiputada española Maite Pagazaurtudúa, el informe -adoptado por 36 votos a favor, 5 en contra y 1 abstención- alerta de esta creciente amenaza en las sociedades europeas del siglo XXI y apuesta por una protección universal de las víctimas, también por razones ideológicas.

El informe, que será votado en el pleno de la Eurocámara en diciembre, insta específicamente a la UE a que penalice los delitos o discurso de odio contra el antisemitismo, la islamofobia, la misoginia, la homofobia, la transfobia, así como otras formas de prejuicios, intolerancia o discriminación, incluidas las basadas en opiniones políticas o de otro tipo, motivadas política o ideológicamente.

En la actualidad, solo existen normas mínimas a escala de la UE cuando estos delitos de motivación social se cometen contra personas por raza, color de la piel, religión, ascendencia u origen nacional o étnico, pero dejan fuera otras expresiones de odio que son crecientes en una sociedad muy polarizada y tienen alcance transfronterizo en su difusión en la sociedad digital.

El informe aboga además por prestar especial atención a los menores, incluidos los que pertenecen a grupos vulnerables, para que puedan recibir protección contra incidentes como el acoso escolar y el ciberacoso.

Para evitar el bloqueo de países como Hungría, Polonia y República Checa, que hasta ahora han impedido avanzar en la penalización de los delitos de odio propuesta hace dos años por la Comisión Europea, el informe pide al Consejo (los países de la UE) que la aprueben a través de la llamada «cláusula pasarela» para evitar el requisito de la unanimidad.

En todo caso, el documento aboga por abordar las causas profundas del odio y, en particular, los estereotipos.

En este sentido, advirtió de que la libertad de expresión no puede utilizarse como escudo para la incitación al odio.