Morawiecki defiende la pena de muerte y su ministro de Justicia la homofobia.

El Mundo.- El primer ministro polaco desata las críticas entre la oposición, su partido, e incluso en la Iglesia.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, se ha pronunciado a favor de la pena de muerte levantando con ello una ola de críticas en la población, en la oposición a su partido, Ley y Justicia (PIS), y en la todopoderosa Iglesia Católica polaca.

Morawiecki se sometió el lunes por la noche a un diálogo abierto en Facebook cuando uno de los participantes le preguntó si la pena capital evitaría que su Gobierno hiciera más daño a la sociedad. Es una pregunta difícil, respondió Morawiecki, pero la contestó de todos modos: «En mi opinión, la pena de muerte debe permitirse para los delitos más graves».

Se describió a sí mismo como partidario de la pena de muerte y calificó de prematura su abolición. «Soy es católico practicante, pero no estoy está de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica sobre esta cuestión», dijo el primer ministro.

Los diputados de la oposición, entre ellos Monika Falej, señalaron que opiniones como la del primer ministro eran propias de gobernantes autoritarios.

Morawiecki parece estar solo entre los líderes europeos en su opinión sobre la pena de muerte, ya que los Estados miembros de la UE han abolido esta forma de castigo. Polonia lo hizo en 1997, unos siete años antes de ingresar en la Unión Europea.

En 2013, Polonia ratificó el Protocolo del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que suprime total y definitivamente el uso de la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluida la guerra.

La opinión de Morawiecki a favor de la pena capital, si bien no dijo en ningún momento que su Gobierno se plantee reactivarla, lo que por otra parte sería imposible de conjugar con la pertenencia a la Unión Europa, no ha sido el único gesto autoritario con el que los polacos arrancan el año nuevo.

En un programa de televisión emitido en fin de año, el ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, criticó la exhibición de brazaletes arcoíris en el Mundial de Qatar por ser «un símbolo de intolerancia y agresión». Ziobro, que es también viceprimer ministro y fiscal general del Estado, cree que la bandera del movimiento LGTBI representa «la violencia y la destrucción de la iglesia al escupir a la santidad y corromper a los niños… la bandera arcoíris es símbolo de intolerancia y agresión».

«En esto, Solidaridad Polaca (partido que lidera) es radicalmente diferente del PIS de Morawiecki», añadió el ultraconservador Ziobro para sentenciar luego que «nunca aceptaremos promociones artísticas de LGBTI en la televisión estatal».

Durante la gala especial de Nochevieja emitido por la televisión pública polaca, los integrantes del grupo de música pop Black Eyed Peas lucieron sendos brazaletes con la bandera arcoíris y expresaron su apoyo a «las comunidades que, como la gente LGBTI, sufren el odio» de otros, además de criticar al Gobierno polaco.

La emisión del programa, que fue seguido en directo por más de ocho millones de espectadores, provocó una polémica entre varios miembros del Gobierno ultra conservador polaco, y mientras que el viceministro de agricultura, Janusz Kowalski, calificó de «homopropaganda» y «vergüenza» la actuación, el viceministro de Justicia, Marcin Warchol, llamó «desgracia» y «nochevieja de desviación» al programa.


El lunes, en una rueda de prensa en Varsovia, Ziobro dijo estar «en contra de la hipocresía de quienes, en nombre de la tolerancia y el amor, lo que quieren es imponer sus puntos de vista a los demás» y se mostró «sorprendido de que la televisión pública decidiese participar conscientemente en la promoción de símbolos y valores que contradicen las creencias» de los votantes de su partido.

Por otro lado, Ziobro se refirió a la disputa que Varsovia mantiene con la Unión Europea sobre su reforma judicial y declaró que «probablemente habría que preguntarle al primer ministro si este tipo de manifestaciones por parte de la Televisión Pública son otra de las concesiones a las demandas de la UE».