Víctimas musulmanas de delitos de odio en Gran Bretaña, desprotegidas.

Víctimas musulmanas de delitos de odio a menudo no reciben el apoyo de sus conciudadanos y se sienten reacias a denunciar los ataques, de acuerdo con un nuevo estudio.

Un estudio en profundidad de las experiencias de ataques de los musulmanes británicos dirigidos debido a su fe ha mostrado que muchos se sienten atrapados después de sufrir abuso verbal o físico. También muestra que pocas personas están dispuestas a intervenir o prestar apoyo en su defensa. Los investigadores citaron un incidente donde una mujer que llevaba un pañuelo en la cabeza fue agredida por un grupo de hombres mientras viajaba en un tren lleno, ellos vertieron alcohol sobre su ropa Muslimsal grito de «Somos racistas, somos racistas y nos encanta», y nadie en el transporte intervino.

Otro entrevistado afirmó que pidió que se llamara a la policía después de recibir amenazas de muerte en un autobús, pero el conductor se negó a intervenir. Una matrona musulmana dimitió de su puesto de trabajo después de sufrir abusos por parte de los pacientes.

El estudio realizado por académicos de la Universidad de la Ciudad de Birmingham y Nottingham Trent University, encargado por la organización benéfica Tell Mama, plantea que muchos entrevistados consideran «normal» recibir malos tratos en la calle o en Internet y viven con el temor que los ataques en las redes sociales se conviertan en ataques en la vida real.

Los activistas dijeron que había una necesidad de mejoras en relación con el abuso online y que los medios de comunicación dan poca importancia a los ataques que no contienen amenazas de violencia. Basado en entrevistas con 20 musulmanes de orígenes variados, incluidos conversos «blancos», los investigadores encontraron que los ataques tienden a centrarse en aquellos fácilmente identificables como musulmanes, en particular las mujeres que llevan velo. Como resultado, algunos musulmanes están cambiando su apariencia, no utilizando hijab o afeitando su barba, para ser menos «visibles» y disminuir el riesgo de ataques.

Imran Awan, subdirector del Centro de Criminología Aplicada de la Universidad de Birmingham, dijo: «Los niveles de miedo e intimidación que están siendo experimentados por muchos musulmanes son alarmantes, agravados por la falta de apoyo por parte del público en general cuando se enfrentan a amenazas físicas en el mundo real y la ausencia de medidas duras de las plataformas de medios sociales.