La discriminación a la comunidad gitana crece en los ámbitos de la educación, la salud y la vivienda.

RTVE.- El informe de la Fundación de Secretariado Gitano de 2022 recoge 554 casos, 190 más que el año anterior.

Las redes sociales y los medios de comunicación son los ámbitos donde se han detectado más casos de discriminación de la comunidad gitana en 2021, aunque son la educación, la salud y la vivienda los ámbitos en los que se ha producido un mayor incremento, según recoge el Informe Anual Discriminación y Comunidad Gitana, elaborado por la Fundación Secretariado Gitano (FSG).

El Informe, que ha sido presentado este lunes en Sevilla, recoge un total de 554 casos, analizados y documentados, de discriminación hacia personas gitanas durante el pasado año, 190 más que el año anterior, un aumento que se debe, en parte, al seguimiento del código de conducta sobre discurso de odio telemático firmado entre las compañías de internet y la Unión Europea, que incorpora 180 casos.

Concretamente, 189 casos de discriminación se han producido en las redes sociales, seguido de 87 casos en medios de comunicación; 79 en el acceso a bienes y servicios; 51 casos en materia de educación; 40 el acceso a la vivienda y otros tantos al empleo; 26 en el ámbito de los servicios policiales al igual en el de «otros casos»; mientras que en el 16 casos se refieren a la materia de salud.

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El informe concluye que ha habido un aumento «significativo» de los casos con víctimas identificadas en varios ámbitos y han descendido los casos de medios de comunicación y se aprecia una mayor concienciación de las víctimas a la hora de denunciar los casos, y un mayor interés en la defensa de sus derechos humanos.

Casos de extrema gravedad en las redes sociales

La mayoría de los casos de discriminación en medios de comunicación son noticias donde se menciona la etnia de las personas en situaciones de violencia, delincuencia o criminalidad, algo que va contra los códigos deontológicos, y hay también comentarios de odio antigitano publicados por lectores de las noticias en las versiones digitales de los periódicos.

En el apartado de casos de redes sociales y discurso de odio en internet hay casos de una extrema gravedad, dado que incitan a la violencia o incluso al exterminio de las personas gitanas, o se las deshumaniza comparándolas con animales.

Este tipo de mensajes, además de ser ilegales y de dañar gravemente el honor y la dignidad de las personas gitanas, pueden provocar un paso a la acción, es decir, que se cometan actos graves de ataques y violencia contra hombres o mujeres, incluso niños gitanos, aunque la mayoría de estos casos fueron retirados por las plataformas.

La FSG destaca que cada vez haya «un mayor compromiso» de estas empresas en el seguimiento y retirada de estos mensajes antigitanos, aunque la respuesta a las denuncias ha sido bastante irregular, dependiendo de cada plataforma (se retiró el 72 % de los contenidos denunciados).

No obstante, a pesar de exponer los casos y buscar apoyo, en ocasiones las personas que han sufrido estos incidentes no quieren realizar ninguna acción de queja o denuncia, por lo que sigue habiendo cierta desconfianza en las autoridades y las instituciones del Estado a la hora de llevar a cabo acciones de denuncia o de iniciar procedimientos judiciales.

En el apartado de acceso a bienes y servicios el informe recoge casos de discriminación pra poder entrar en restaurantes, bares y discotecas, piscinas y otros centros de ocio, donde se impide a las personas gitanas acceder simplemente por su pertenencia étnica, y un caso frecuente se da en la vigilancia excesiva a las mujeres gitanas en los centros comerciales y supermercados, donde guardas de seguridad vigilan estrechamente a estas mujeres, o les acusan de haber robado.

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Casi el doble de casos en el ámbito educativo

En el ámbito educativo hay una subida significativa de casos (de los 27 de 2020 a los 51 de 2021), un aumento que se puede deber a un mayor conocimiento por parte de las familias gitanas sobre los mecanismos de denuncia, o bien a un aumento real de la hostilidad y las situaciones de acoso contra el alumnado gitano en algunos centros escolares.

La FSG pone un ejemplo práctico. Un profesor de un colegio de Málaga hizo comentarios despectivos sobre los niños y niñas gitanas a una alumna gitana, como por ejemplo: «tú qué haces aquí, tú tendrías que estar en tu casa, vosotros no estudiáis, te apuesto 50 euros a que no apruebas este examen…». La alumna trasladó la denuncia a la FSG, que informó de todo ello a la dirección del centro, que restó importancia a los comentarios, diciendo a la alumna: “No le hagas caso, es un profesor bueno, a veces tiene mal pronto, pero no es mala persona”. La alumna se sintió discriminada, dejó los estudios en ese centro y se matriculó en otro centro.

En cuanto al ámbito de la salud, el informe recoge 16 casos en el año 2021 (el doble que el año anterior), lo que supone que «lamentablemente se siguen produciendo situaciones discriminatorias en los centros sanitarios y en los hospitales», señala la Fundación de Secretariado Gitano.

Los casos más frecuentes de discriminación en el entorno sanitario que se han detectado según el informe, son un trato hostil hacia los pacientes gitanos por parte del personal médico, de enfermería, celadores, o comentarios negativos sobre el pueblo gitano. Algunos casos «especialmente llamativos» se refieren al registro en los informes médicos de la pertenencia étnica del paciente, algo que está prohibido por la legislación española.

Empresas que se niegan a aceptar el currículum

En el ámbito del empleo el informe ha detectado más casos que el año anterior, generalmente empresas que se niegan a aceptar el currículum cuando el candidato al puesto de trabajo es gitano o gitana, o que se niegan a hacer la entrevista de trabajo cuando detectan su origen étnico.

Dentro del puesto de trabajo también se da discriminación entre los trabajadores cuando personas gitanas que están trabajando en una empresa reciben comentarios humillantes, insultantes, con estereotipos, prejuicios o comentarios negativos sobre la comunidad gitana, y en algunos de los casos las víctimas no quieren denunciar, por miedo a represalias a la hora de buscar empleo en otras empresas de la localidad, o por la dificultad de probar la motivación racista.

Un ejemplo ocurrido en una empresa de Zaragoza: Un joven gitano nos trasladó que discutió con una compañera de trabajo. El joven la llamó: “mono” y ella le dijo que se largara y añadió: «gitano de mierda”. La dirección de la empresa, cuando supo de la discusión, despidió al trabajador gitano y no tomó ninguna medida con la trabajadora, que no era gitana.

En el ámbito de la salud se recoge el doble de casos que el año anterior con lo que se constata que, lamentablemente, se siguen produciendo situaciones discriminatorias en los centros sanitarios y en los hospitales.

Negativa de inmobiliarias o de propietarios a alquilar

En el de los servicios policiales el informe detecta prácticamente los mismos casos que el año anterior, la mayoría de ellos, identificaciones policiales por perfil étnico, una mala práctica policial de la que son objeto a menudo.

Mientras que en ámbito de la vivienda se han detectado bastantes casos como la negativa de algunas inmobiliarias o propietarios a alquilar o vender un piso cuando descubren que la persona o la familia que quiere comprarlo o alquilarlo es gitana.

Ejemplo de discriminación en este ámbito ocurrió en Granada. Un joven gitano acudió a un centro de salud para pedir una receta. En la recepción se negaron a dársela. El joven pidió explicaciones, y la recepcionista decidió llamar a la policía local. Al llegar los agentes comenzaron a hacer fotos a su coche, que estaba correctamente aparcado, diciendo frases como “Todos los gitanos sois lo mismo, unos sinvergüenzas” o “Le voy a poner 20 denuncias”. El joven abandonó el lugar.

El Informe Anual de la Fundación se publica desde 2005 con el objetivo de aportar datos concretos y casos verificados de discriminación que demuestran que el derecho a la igualdad de trato de personas gitanas se sigue vulnerando en España, y esta edición está marcada por la aprobación de la Ley integral para la igualdad de trato y no discriminación.